domingo, 29 de abril de 2012

Doz Luces.

Omnipotente e iridiscente
 se transporta, interplanetaria. 
Pudiendo ser arco iris 
hoy decide: Ser azul.
Azules que se ven naranjas,
a veces si quiere.
En un solo ojo 
en ojos de hombre joven 
en una oscuridad tan inconclusa 
que parece ser
    una luz. 
Que encandila. 
Que sobrelleva las situaciones, 
como puede como las acepta, son instantes.
 Se deja llevar. 
Y se va. 
No es que huya.
Sino que fluye. 
Viaja al infinito a través de un abrazo.
 Se estremece porque lo siente 
y lo siente porque se siente pura 
pura y blanca, 
camina hacia el abismo
 en silencio, dejándose llevar. 
No es que huya, sino que fluye. 
Fluye transportada, en energía, 
sutil,
conmocionada y volátil.
 Inconclusa. 
Descalza sobre el vidrio roto de un vaso vacío.
 Esperando, nada.

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