viernes, 10 de febrero de 2012

40°C

Mi cuerpo estalla en la locura del deseo
mis manos ya no hayan que hacer
mi mente se contonea entre recuerdos
quemados recuerdos de un ardido ayer.

Y yo que me pregunto a veces que puedo hacer
no hallo respuestas ni porqués
no existe un destino, ni un futuro
es tan solo un mero devenir de acciones y reacciones.
Si nadie sabe muy bien que es lo que hace ni porque
como juzgar a los demás..
¿con que vara se mide? ¿mi vara sirve? ¿Existe acaso?

En el vacío siempre encuentro respuestas.
Un pedazo de parche negro,
que a veces se usa para un ojo,
a veces para esconder el corazón.

Es algo de fobia lo que siento,
al menos es un profundo rechazo.

El sexo llena lo que no existe de a de veras
pero lo de a de veras no cubre el lugar vacío que el sexo deja.

El desenfrenado desenfado adolescente quedó atrás
y sólo esta el gato encerrado.
Que huele mal. Que hace pis y caca.
Que nadie alimenta.
Y todos están ahí esperando a verlo morir de hambre.
Y reír a carcajadas. Morir de risa.

Quiero que alguien vivo y humano se recueste en mi pecho luego de hacer el amor
quiero que me miren a los ojos y que quiera morderl@
quiero una loca pasión que no entre en mi mente, que la sobrepase.
Quiero el desenfado adolescente, quiero esa locura ardiente.
Quiero que vuele mi mente, hasta donde se golpee y caiga mareada.
Y que muera por un tiempo, sin reacción, sin acciones de resurrección.
Que sea un cataclismo. Que todo se seque y caiga a pedazos.
Pedazos, piezas de rompecabezas.
Que se rearmen, que vuelen y exploten, y se rearmen.
Que fluyan. Y me vuelva loca.